La vista: muchas veces con solo ver un alimento , nos apetece probarlo , pero las apariencias engañan , así que necesitamos de los otros sentidos.
El olfato : creo que es uno de los más importantes , el aroma es mágico , te transporta al pasado , te pone en marcha , quieres reconocer que es lo que hueles , donde lo probaste, y a veces quién lo preparaba . Pero también puede salvarte la vida , no te lleves a la boca algo que no huela bien.
El oído: se hace un poco difícil describirlo , pero lo intentaré . Asociado al gusto y al olfato , no es tan descripitivo gastronómicamente hablando , pero complementa . Podrías llenar un vaso , sin derramar , teniendo los ojos cerrados , solo escuchando el ruido del agua al caer dentro de este recipiente.
La "música" en la cocina , empieza al freír una cebolla , si no la escuchas seguro que el aceite no está lo suficientemente caliente.
Y como último ejemplo , una simple papa chip crujiente se disfruta un 70% por el oído y un 30% por tacto y gusto. Si no cruje ya no la quieres.
El gusto: siendo el sentido que relacionamos al hablar de comida , es el último que utilizamos , con el que culmina toda una experiencia sensorial , que comenzó , en el caso del cocinero , eligiendo la materia prima ,viendo, oliendo y tocando . Si el gusto fuera un jurado , seguramente sería el que determina si lo que se preparo , vale o no vale. El que dice , si hay armonía de sabores , el gran crítico.
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